En este artículo se hablará del Aikido infantil y la paciencia como virtud a desarrollar desde la infancia que ayudará al desarrollo personal del niño.
En un mundo que va tan rápido y todo corre tanto, una virtud que se ha perdido bastante es la paciencia, hacer lo que toca justo en el momento que toca es algo en lo que hay que profundizar y trabajar ya que son ese tipo de características que no se ven a simple vista.
Siempre al empezar la clase de Aikido, los alumnos se ponen en Seiza (sentados de rodilla), uno al lado del otro y durante unos instantes se han de calmar y parar del ajetreo de todo el día.
En ese minuto que uno para, esta en silencio, respeta el espacio de los demás y está en una postura equilibrada para su cuerpo y se hace un acto de gratitud dando gracias a los maestros que nos han permitido aprender Aikido y a los demás compañeros y profesores, supone un antes y un después en la clase.
Para un niño que practica Aikido, este es el primer punto donde esta trabajando la paciencia. Empieza a controlar sus impulsos de jugar, de hacer cosas, de estar disperso a parar, centrarnos donde estamos y a saber esperar un poco para empezar otra vez la actividad.
Luego, durante la clase, tiene muchos más puntos donde trabajar la paciencia, ya que en cada actividad que se realiza ha de esperar su momento oportuno. Por ejemplo:
Una de las coas que se trabajan durante la clase, son las caídas o como se llama en japonés Ukemis. Normalmente, se trabajan caídas hacia delante, hacia atrás, de lado, girando, etc. Pero no se hacen todas de golpe y por una cuestión de espacio, no hacen las caídas todos a la vez, ya que chocarían unos con otros. Por tanto, se trabaja por turnos y los más habitual es que además sea por orden de grados, ya que los que más saben sirven de modelos a los que están aprendiendo. De esta forma, uno que empieza tendrá que esperar dos o tres turnos a que le toque para caer. No será mucho tiempo, pero ese minuto de espera ya lo está entrenando a esperar el momento adecuado. Pero, además, no se puede esperar de cualquier forma, hay que esperar de una forma que muestre respeto hacia uno mismo y hacia los demás, por ejemplo estando en Seiza hasta que te toque el turno o estando de pie pero en una postura erguida y correcta. Y además, ya se empieza a trabajar también el prestar atención.
Otra herramienta que se usa mucho es la de los juegos. Ya hemos explicado en otros artículos, que los juegos es el vehículo de aprendizaje de los niños. Pero, que haya juegos y se juegue, no quiere decir que todo sea un desmadre. Sino, que habrá un momento para juegos donde todo será más divertido y lúdico, habrá otros juegos que serán herramientas de aprendizaje, pero también, habrá otros momentos que habrá que hacer alguna actividad que no nos gustará tanto. Durante la clase, el niño ha de ir aprendiendo que en cada momento toca una cosa y el profesor ha de aprovechar la motivación de unas para hacer las otras. Por ejemplo, a los niños la parte de hacer una técnica cuatro veces, no es lo que más les motive. Pero si les dices, que el que haga correctamente las cuatro veces la técnica pasa hacer un juego, cambia y se centra para hacer bien esa actividad y además, empieza a aprender que teniendo un poco de paciencia y haciendo esto luego me lo pasaré mejor.
Por tanto como se puede ver, no se trata de hacer una clase que sea todo un juego desmadrado, ni una clase estricta y aburrida. Sino que aprovechando la sinergía y energía de una, ir introduciendo valores que serán de gran utilidad para el desarrollo del niño.
Esperar cuando te toca el turno, esperar para volver a trabajar con este compañero, esperar al momento de juegos, son conceptos que se trabaja mucho y que se nota diferencia los estudiantes desde que empieza un curso a cuando terminan el curso.
En las clases que damos en el Centro Aikido Mallorca – DojoCAM intentamos fomentar desde el primer momento virtudes como la paciencia, la cual creemos que le será de gran utilidad a lo largo de su vida.
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