(sé que falta la segunda, deberéis esperar… 😀 )
Y llegamos a Shingû. ¿Ah, que íbamos a Shingû? Sí. Aunque uno pudiera perder el sentido de la orientación, del objetivo y hasta del tiempo, la verdad es una: íbamos a Shingû. Y lo hemos conseguido. Cansados (muy), sin mucho ánimo (nada) y con las pilas un poco bajas, bajamos del tren tras tres y horas y media de viaje para ver allí, a las once y media de la noche pasadas, una cara amiga. Alfonso ya estaba esperándonos (el pobre llevaba haciéndolo todo el día pues no habíamos podido contactar con él para decirle qué estaba pasando, si bien teníamos la esperanza de que al menos fuera mirando el blog o la página web) y nos acercamos hasta el hotel para hacer el check-in. Poco más ya que contar de ese día, salvo que tuvimos que hacer como dos viajes a la residencia Raku-Raku (en donde yo me alojo finalmente) porque el pobre Kataoka san estaba esperando allí desde las once de la noche sólo para recibirme (un mal entendido entre Alfonso y él hizo que al final nos presentáramos allí casi a las 02:00 de la mañana…).
Finalmente, y dado a que la organización de la mañana se presenta complicada, Alfonso me invita a dormir en su casa para que podamos manjera mejor el tiempo disponible.
Y va y amanece. Al sol le da igual que estés cansado, que no hayas dormido nada o que tengas «jet-lag» porque un avión ha decidido irse sin ti aunque supiera que estás corriendo por el aeropuerto. Y tal vez eso sea bueno.
Planes para hoy: os los cuento. Habíamos pensado ir a Tanabe para ver la tumba de O’Sensei (Ueshiba no Haka), pero claro, somos nueve… y Alfonso no puede acompañarnos porque tiene compromisos en el Dojo… Así que, para no alquilar dos coches, decidimos alquilar una lanzadera espacial (es lógico, como ya soy un tío «experimentado» en las conducciones japonesas, se ha decido que puedo pilotar una lanzadera espacial en la que vayamos todos y conducir hasta Tanabe (como a una hora de aquí) sin GPS ni nada (bueno sí, la lanzadera lleva, pero en japo expreso, todo kanjis, y sin posibilidad, según la casa de alquiler, de cambiarlo a inglés o aunque sea a japonés romaji). Así que aquí pueden pasar dos cosas, como les he dicho a la gente: 1. Que vuelque de campana y me despeñe por un barranco porque creo que la carretera por la que vamos es de montaña (risas); y/o 2. Que deje la lanzadera atascada en una de las «anchas» calles de Shingû, las cuales huelga decir que conozco a la perfección… (risas)… Sí sí… reíd, reíd… pero no os habéis fijado en que he empleado el verbo «creo» en el primer punto no?…
Así que siendo ya las once y media de la mañana y llevando ya casi tres horas de vida, nos vamos hacia Tanabe. Si no volvemos a escribir ya sabéis qué ha pasado (nooooooo, que es broooooooomaaaa…. que le hemos dicho a Alfonso que se encargue de informaaaaaaar……….. 😀 )
Buenos días. Hoy domingo solecito en Palma y día muy relax eso sí unas horas más jóvenes que vosotros. Enhorabuena por haber llegado al destino con tantas peripecias!!!! ya estábamos organizando una expedición de rescate.
Esperamos que hayáis encontrado Tanabe y poder visitar la tumba de O’Sensei. Gracias Dani, la descripción del viaje fantástica…
saludos a y abrazos a todos.
Saludos desde Palma,
Aunque ha sido un comienzo duro, espero que no decaiga el ánimo y el buen humor.
Recuerdos a tod@s y a disfrutar de este fantástico país.
PD: os habéis dejado una entrada entre la I y la II del blog, ¿es aposta o es un fallo técnico?
Animo que las dificultades están solo para ser superadas, si no para que son……